Paros, huelgas y demás manifestaciones son comunes hoy por hoy a lo largo y ancho del territorio nacional. La diferencia es que no siempre son noticia, y menos si se dan en el interior del país donde la difusión es escasa. Pero ocurre actualmente en la provincia de Catamarca.
Hace varias semanas que tanto la capital como los departamentos de toda la región realizan un paro y/o huelga por tiempo indeterminado en el sector público de la salud. Fueron sumándose de a poco los diferentes hospitales unidos por los mismos pedidos. Algunos trabajadores asisten al lugar de trabajo al margen del paro y de las decisiones tomadas por los gremios, otros no lo hacen pero están presentes en cada asamblea y son parte activa con voz y voto.
Santa María es una de las localidades afectada por estas medidas. Hace más de 16 días que realizan el paro de actividades sin asistencia al lugar de trabajo, semanalmente se realizan asambleas para definir como se procede y para comunicar las respuestas otorgadas desde el Gobierno de Catamarca, o bien desde ATSA (Asociación de trabajadores de la salud).
Las causas de este paro de actividades son muchas, todas recaen en promesas hechas hace tiempo provenientes de la ciudad, que todavía no fueron cumplidas. Los meses pasan, días y semanas también y nadie obtiene la respuesta ni la acción de lo prometido. No es algo nuevo lo que se plantea en estas líneas, es un poco más de lo mismo, visto desde el norte del país.
Renovación de contratos, el pase de empleados a planta permanente y el aumento del 24% de los sueldos, previamente avisado y asentado en actas, es lo que reclaman. Se trata de cumplir con la ley laboral. Se trata de hacer efectivo y real las palabras. Mientras, ellos cumplen con su derecho de huelga.
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