miércoles, 14 de septiembre de 2011

28 años y en paz


El pasado 23 de julio, el mundo de la música sufrió una de las pérdidas más sentidas: Amy Jade Winehouse nos abandonaba en forma física por causas desconocidas. Muchos hablaron de drogas y alcohol. Excesos y sobredosis fueron las causas que se le adjudicaron  a la joven cantante.

Si bien es cierto que los primeros resultados de la autopsia confirmaron que en el cuerpo de Amy no había ninguna sustancia ilegal, se hicieron unos segundos estudios cuyos resultados estarían a finales de octubre dado que también se realiza una investigación que está en manos de la justicia británica.



En estos días, Mitch Winehouseel padre, declaró a la cadena  CNN y a un diario de la región, que su hija posiblemente habría muerto por causa de la abstinencia. La única sustancia que en esos momentos consumía Amy era Librium, un ansiolítico que además alivia los síntomas por la abstinencia del alcohol: "Todo lo que Amy hizo, lo hizo en exceso: tomó en exceso y también se desintoxicó en exceso", dijo.

Erróneamente muchos dejaron de lado su voz y se enfocaron en su alocado estilo, sus tatuajes, su peinado y obviamente, su adicción a las drogas y el alcohol que mantenía hace años.

Hermosa joya del soul, jazz, R&B, rock and roll y ska, esta cantante y compositora británica marcó su estilo expresando sus emociones en cualquier canción. Fue la primera artista en su país en ganar cinco Grammys con sólo dos discos editados: Frank (2003)  Back to Black (2006).  Algo positivo y negativo simultáneamente: los medios lograron involucrarse en su vida personal y convertirla en mediática, cuando en realidad, su perfil bajo requería otra cosa.

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