Si bien la muñeca sigue a la venta en Irán, la policía moral desea proteger al público consumidor de la rubia figura, por considerarla representante de una "perniciosa cultura occidental que socava los valores islámicos". Pero la prohibición de la venta no hizo más que incrementar la curiosidad de aquellos interesados en la "inocente" muñequita.
"Hace unas tres semanas ellos (la policía moral) vinieron a nuestra tienda y nos pidieron que removiéramos todas las Barbies", comentó un comerciante de Teherán.
Irán viene batallando hace años contra la invasión occidental. Los códigos de vestimenta islámicos se aplican fuertemente, la música occidental y la TV satelital están prohibidas.
En reemplazo de la Barbie, las jugueterias iraníes ofrecen a Sara y Dana, muñecos que respetan las tradiciones y la cultura del islam, con ropa holgada, y la mujer con el cabello cubierto. Mientras tanto, Occidente endurece los bloques contra este país y la tensión por el desarme nuclear aumenta.
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