El ministro de Deporte de Brasil, Aldo Rebelo, fue el encargado de anunciar que el gobierno brasilero no aceptará a designado interlocutor de la FIFA, Jérome Valcke. Acusado no sólo de poner palos en las ruedas de la organización del evento futbolístico máximo, sino por sus inapropiados dichos. A modo de crítica, el nexo con FIFA indicó que al país le hace falta una "patada en el trasero" para acelerar las obras de construcción y mantenimiento de las distintas sedes.
Rebelo no sólo condenó los agresivos dichos de quien ya no consideran más el interlocutor oficial, sino que además presentó un informe detallado reconociendo la "excelencia de los proyectos para los estadios" y resaltando el interés del Gobierno en estos proyectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario