Sacha Baron Cohen es ya conocido por sus controversiales y desopilantes personajes, el más recordado: Borat. Pero como parte de la promoción de su nueva película, y también a modo de apuesta, el actor inglés había adelantado que acudiría a la entrega de los Oscar caracterizado como un dictador. Cumplió con su palabra, y se lo pudo ver (además de acompañado por unas bellas modelos militarizadas) cargando un pote que, según dijo el actor, contenía las cenizas del recientemente desaparecido ex dictador norcoreano Kim Yong il.
Entrevistado por Ryan Seacrest, de la cadena E! Entertainment, El Dictador contó que lucía, bajo el visto bueno de Saddam Hussein, un traje diseñado por John Galliano. Al preguntarle por el recipiente que tenía en sus manos, dijo irónicamente que era "la oportunidad de traer a un amigo con quien jugaba al tenis." Acto seguido comenzó a esparcir las cenizas en la famosísima alfombra roja, espolvoreando también al periodista, quien ofuscado dirigió su mirada al personal de seguridad, y estos terminaron retirando al actor del lugar.
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